Cerca de seis meses después de la plantación del rizoma, los brotes pueden retirarse del “Brote madre” y ser trasplantados en otro invernadero. En este proceso, se procede el corte de sus raíces y el deshoje de la base del tallo, favoreciendo así la emisión de nuevas raíces. Cada uno de los rizomas produce entre tres y cuatro brotes, de los cuales generalmente se seleccionan dos.
Seis u ocho meses después de su cultivo, las plantas están preparadas para ser trasplantadas en un invernadero definitivo hecho de madera y vidrio.